Carmen Amaya
Nombre: Carmen Amaya Amaya |
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Datos personales: Nació en Barcelona el 02 de Noviembre de 1918 (?) y falleció en Bagur (Girona) el 19 de Noviembre de 1963 (45 años?). |
Cónyuge: Juan Antonio Agüero. |
Hijos: . |
Biografía: Carmen Amaya ha sido la bailaora más universal que ha dado el flamenco. Se crió en Barcelona, en una de las barracas de la playa del Somorrostro, un espacio entre donde ahora está la playa Nova Icària y el Bogatell. Nació, probablemente, en 1918, si nos atenemos al primer documento oficial que se tiene de su edad, el padrón general de habitantes de la ciudad de Barcelona de diciembre de 1930. A falta de registro de nacimiento (no hay ningún Amaya Amaya registrado en Barcelona en esas fechas) y acta de bautizo (las parroquias del Poble Nou fueron incendiadas y quemados sus archivos), el valiosísimo documento del padrón nos certifica que la familia Amaya (Amalla) vivía en la barraca número 48 de la playa del Somorrostro y que Carmen Amaya tenía 12 años, por lo que debía haber nacido en 1918. El padre, José Amaya Amaya fue “tocador de guitarra” y su madre Micaela Amaya Moreno, se dedicaba a “sus labores” y, ocasionalmente, bailaba zambras en la intimidad familiar. El matrimonio Amaya Amaya tuvo, que esté registrado, 7 hijos, por orden: Paco, Carmen, Antonia, Leonor, José, Antonio y María. Todos se dedicaron profesionalmente al flamenco, menos el pequeño José, del que se pierden las noticias en sus primeros años de vida. Paco fue guitarrista y Carmen, Antonia, Leonor, Antonio y María se dedicaron al baile y, esporádicamente, al cante, caso de Carmen y Leonor. La hermana de la madre, Juana Amaya, conocida como La Faraona, fue, en cambio, muy conocida por su porte estatutario y su talento al baile. Desde pequeña se conoce con el sobrenombre de La Capitana, cuando se inició en el flamenco acompañando a su padre. Su padre Francisco Amaya, también conocido como "el Chino" fue un guitarrista pobre que se ganaba la vida tocando por las tabernas de su pueblo de noche y de día. Cuando tenía tan sólo cuatro años, Carmen empezó a salir con su padre por las noches a buscarse la vida. El hombre tocaba la guitarra mientras la pequeña Carmen cantaba y bailaba. Después, se dedicaban a pasar la mano, o a recoger las monedas que el público les había arrojado al suelo. Al mismo tiempo comenzó a aparecer en algunos teatros que carecían de prestigio alguno. Según sus propias palabras, debutó en el Teatro Español del Paralelo en la compañía de cómicos de Josep Santpere, un avispado empresario de variedades el cual fue el primero en fijarse en Carmen y llevarla a una categoría mayor, y Josep Bergés. Sin embargo, su edad era un gran inconveniente ya que esta no le permitía trabajar legalmente, y forzaba a una constante tensión, por lo que es bastante probable que la fecha de nacimiento de la artista que consta oficialmente no corresponda a la realidad según investigaciones recientes realizadas. Su etnia también puede ser una de las causas por las que su fecha de nacimiento es actualmente un enigma, ya que según Montse Madridejos, doctora en Historia de la Música por la Universitat de Barcelona e investigadora sobre la historia del flamenco, mostrando un especial interés en Carmen Amaya: "En ese momento, una gitana ni se bautizaba ni se registraba". Probablemente, su primera actuación en un teatro fuera con la obra La Campana de Gràcia o el Fill de la Marieta (secuela de la tan coreada La Marieta de l’ull viu) estrenada el 7 de junio de 1924. Poco tardó en dar un gran salto para actuar en París con gran éxito, en el Teatro Palace. Aprovechando su estancia en París, el director de cine Benito Perojo se fijó en el Trío Amaya (formado por Carmen, su tía Juana y su prima María) para ambientar “a lo flamenco” unas secuencias de su película "La bodega". La aparición de Carmen Amaya bailando por zambra en esta película de 1929 puede considerarse el mejor documento para descartar que naciera en 1913, como se ha escrito con poco fundamento desde que murió en 1963. La niña, muy niña, que baila con su tía y su prima, no parece tener mucho más de 11 años. En 1929, fue la primera vez que su nombre apareció en letra impresa, trabajando en Barcelona en el escenario de La Taurina gracias al crítico Sebastián Gasch, quien escribió un artículo en el seminario Mirador sobre Carmen muy elogioso, y le reportó reconocimiento general por su talento como bailaora. Ya en aquella época la vio bailar Vicente Escudero, bailarín, bailaor, coreógrafo y pionero en la renovación del flamenco, leyenda del baile español, quien aseguró que Carmen Amaya haría una revolución en el baile flamenco ya que representaba la síntesis de dos grandes estilos: el de la bailaora antigua y el estilo trepidante del bailaor en sus variaciones de pies. En 1930, actúa en la Exposición Internacional. La contrata el empresario Juan Carceller para una gira en la que recorre varias capitales, entre ellas San Sebastián, en 1935, presentándola en Madrid, Luisita Esteso, durante un espectáculo en el Coliseum. Esta actuación fue seguramente la auténtica consagración de Carmen a nivel nacional. A partir de 1933, sus actuaciones y éxitos se suceden, ya conocida como La Capitana. Apareció brevemente en la película de José Buchs "Dos mujeres y un Don Juan" y compartió escenarios con las figuras más relevantes del flamenco de esa época: La Niña de los Peines, Manuel Vallejo, Manuel Torres, José Cepero, los Borrull, Pastora Imperio, Niño Ricardo, Ramón Montoya o Sabicas, que se convertiría durante muchos años en su pareja artística a la guitarra. El despegue definitivo, a nivel nacional, se produjo en 1935, año en el que el director José Luis Sáenz de Heredia la contrató como artista invitada en la película "La hija de Juan Simón" y Jerónimo Mihura hizo lo propio para el cortometraje "Don Viudo de Rodríguez". Su primer papel como protagonista en el cine se lo proporcionó Francisco Elías para "María de la O", rodada en 1936, meses antes de dejar España, al comienzo de la Guerra Civil. En 1952 se casó con el guitarrista Juan Antonio Agüero, miembro de su compañía, un hombre perteneciente a una distinguida familia de Santander, que no era gitano. Vivieron una auténtica historia de amor, con una boda íntima. En el año 1959 Carmen vivió otro de los momentos más emocionantes de su vida, cuando se celebró la ceremonia de inauguración de la fuente a la que habían puesto su nombre en el Paseo Marítimo de Barcelona, que atraviesa el barrio de Somorrostro, los mismos lugares y la misma fuente por donde ella había paseado muchos años antes, con los pies descalzos y arrastrando sus miserias de niña. Es contratada para debutar en Nueva York en 1941, donde pocas veces se encuentra en su historia que la danza y el flamenco hayan alcanzado tanto éxito como obtuvo en sus tiempos Carmen Amaya. De estos años son los elogios del director de orquesta Arturo Toscanini declarando: “nunca en mi vida he visto una bailarina con tanto fuego y ritmo y con una personalidad tan maravillosa”, o los de Leopold Stokowski: “¿qué diablo será el que lleva en el cuerpo?”. En América, Carmen Amaya conoció a muchas de las personas más influyentes de su tiempo. En 1941 viaja a Nueva York, y actúa en el Carnegie Hall, en el que sólo actúan artistas de prestigio principalmente con espectáculos de música o ballet clásico, en unión de Sabicas y Antonio de Triana. En América conoció también a Roosevelt, el presidente de los Estados Unidos. Como anécdota se cuenta que este le regaló una chaqueta bolera con incrustaciones de brillantes tras verla actuar y la invitó a actuar en una fiesta en la Casa Blanca. Desde 1942 en Hollywood, se convierte en una de las atracciones más grandes. Interpretó una versión de El amor brujo de Manuel de Falla, en el Hollywood Bowl, ante veinte mil personas, con la Orquesta Filarmónica. Intervino en un gran número de películas y grabó para diferentes compañías discográficas. Vuelve a Europa y se presenta en el Teatro de los Campos Elíseos de París, para hacerlo más tarde en Londres, donde llegó a tratar con la Reina de Inglaterra, y en teatros holandeses, desde donde pasa a México y después otra vez a Nueva York y Londres, para seguir por Sudáfrica y Argentina, retornando a Europa. Cuando Carmen Amaya volvió a España en 1947 era ya una figura mundial indiscutible. Los largos años americanos le habían servido no sólo para asentar profesionalmente su arte, sino también para que su leyenda creciera imparable. Por entonces, su baile era el flamenco más bravo que había subido al teatro. Pero no destacaba únicamente por su arte, también por su personalidad fascinante, que conquistaba a todos cuantos conocía, tanto por su baile como por sus imprevisibles comportamientos. Además de ser extraordinariamente generosa.Su reaparición en los escenarios fue en el Teatro Madrid con el espectáculo Embrujo español. En 1959, alcanza un gran triunfo en el Westminster Theatre de Londres y en el Teatro de La Zarzuela de Madrid, inaugurándose en Barcelona la Fuente de Carmen Amaya en su antiguo barrio del Somorrostro, en medio del homenaje popular; con este motivo se celebró una función benéfica en el Palacio de la Música Catalana. Su enfermedad se vio agravada por el rodaje de su última película, "Los Tarantos", de Francisco Rovira Beleta (1962). A pesar de los inconvenientes, Carmen lo sobrellevó con gran entereza, y al acabar el rodaje de la película, iniciaron la gira de verano. Cuando actuó por última vez en Madrid, Carmen Amaya estaba ya enferma de muerte. Finalmente, su enfermedad le impide continuar, una especie de insuficiencia renal que le impedía eliminar debidamente las toxinas que su cuerpo acumulaba. Los médicos no pudieron encontrar ninguna solución a su problema y bailó por última vez en Málaga. El 8 de agosto de 1963, cuando estaba trabajando en Gandía, Carmen no llegó a terminar su actuación. Estaba bailando uno de sus números, cuando de pronto le dijo a Batista: "Andrés, terminamos". Los últimos diez años de su vida los vivió rodeada de gente y casi santificada. No sólo por su público, sino por quienes trabajaban con ella. Su genio era instintivo, animal, tenía poco que ver con los aprendizajes académicos. Su muerte, de una enfermedad renal a los 50 años (?), constituyó una gran aflicción para todo el mundo flamenco, siéndole otorgada la Medalla del Mérito Turístico de Barcelona, el Lazo de Dama de la Orden de Isabel la Católica y el título de Hija Adoptiva de Bagur. Su entierro convocó a un gran número de personas gitanas y no gitanas de Cataluña así como de distintos puntos del resto de España y Francia. En el año 1964, los maestros León y Solano compusieron la copla Aquella Carmen dedicada a la memoria de Carmen Amaya, que decía: Se murió Carmen Amaya, y España entera lloró. |
Premios: . |
Filmografía: (16 películas)
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Información de la biografía obtenida en Wikipedia.
Autor Ficha: Gingerlynn
Autor Ficha: Gingerlynn
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